CAIN
CAIN, EL INMORTAL
Todos conocemos lo que ocurrió
después de la "caída" del hombre, según el Génesis. Adán y Eva fueron
expulsados del paraíso y tuvieron hijos. Primero Caín y luego Abel. Todos
sabemos que "Dios no aceptaba los sacrificios que le dedicaba Caín y sí
aceptaba los de Abel". Entonces Caín, lleno de celos, se abalanzó sobre su
hermano y lo mató. Todos sabemos eso, siempre hemos pensado "que malo que
es Caín", "mató al hermano, que horrible". Caín era el malo y
Abel era el bueno, esa es la interpretación que nos llega por el judaísmo, el
cristianismo y el islamismo. Incluso San Agustín, cuando nos da su
interpretación del mito de Caín y Abel, equipara a Caín con los judíos y a Abel
con Cristo. Dice San Agustín que los judíos mataron a Cristo así como Caín mató
a Abel. San Agustín, como la mayoría, continúa la tradición de que Abel era el
bueno y Caín el malo.
Está muy claro en la biblia, Caín
es castigado por Dios, es desterrado. Esto es visto como algo lógico y normal:
Caín es el malo y Abel el bueno. La interpretación Gnóstica es totalmente
distinta, ahora la vamos a ver.
En primer lugar, la Gnosis
sostiene que Caín no fue hijo de Adán, que Eva engendró a su primer hijo, Caín,
con la Serpiente, con Lucifer. La Serpiente Lucifer fecundó a Eva con su
aliento. Ó sea que Caín no fue un niño totalmente humano, nacido de la carne.
Tuvo algo Espiritual muy grande, porque su padre era Lucifer, proveniente del
mundo incognoscible del Espíritu.
Por el contrario, Abel fue hijo
de Adán y Eva, o sea que Abel sí fue un hijo de la carne.
Tenemos ahora una primera
diferencia entre ambos hermanos: Caín es superior a Abel. Caín es hijo de Eva y
de Lucifer, la Serpiente iniciadora del Edén. Caín es hijo del Espíritu y la
carne. Abel, por el contrario, es hijo solamente de la carne. Eso en primer
lugar, ahora tenemos que Caín no es alguien malo, es alguien superior, es
alguien importante, mucho más que Abel.
En segundo lugar, tanto Caín como
Abel realizan sacrificios al dios creador para complacerlo, ofrendándole cosas
que le agradan a él. Caín le sacrifica elementos vegetales y Abel animales,
corderos por ejemplo. Según la biblia, esto último es lo que más agrada al
creador: la sangre del animal muerto y el olor a carne quemada del cadáver. Al
creador, dice la biblia, le gustaban los sacrificios que le dedicaba Abel y no
los de Caín. Pareciera que Caín no sentía muchos deseos de complacer al
creador, pues le ofrecía unas pocas semillas sin mucha devoción, como si no
estuviera realmente convencido de la conveniencia de realizar sacrificios.
Lógicamente, los sacrificios de Abel eran aceptados por el creador y los de
Caín no. Caín sentía rechazo por los sacrificios dedicados al creador, por su
origen, porque era hijo de Lucifer, porque poseía en su interior la chispa
divina del Ángel de la Luz. Por eso no realizaba bien los sacrificios al
creador, le repugnaba hacerlo, pues él no pertenecía a este mundo creado. Abel
en cambio, quien no era de naturaleza Espiritual sino animal, realizaba bien
los sacrificios, los que sí eran del agrado del creador.
Una antigua leyenda nos relata lo
que dijo en un momento Abel a su hermano Caín: "Mi sacrificio, mi ofrenda
fue aceptada por Dios porque yo le amo, tu ofrenda en cambio fue rechazada
porque tú le odias". Ahora está todo bien claro, ¡cómo no va a odiar al
creador si es un hijo del Espíritu, si su naturaleza es Espiritual! Ahí está
bien claro. Todas estas leyendas y mitos que rodean al Génesis nos dicen muchas
cosas. A través de ellos caemos en cuenta que mucha información nos ha sido
tergiversada y ocultada.
También son muy interesantes
otras palabras que Caín dice a su hermano. En una pequeña frase está resumida
toda la posición de él. Estas palabras son clave: "No hay ley, ni
juez" (Targumín Palestiniano, Gen., 4:8). Caín está negando la autoridad
del dios creador y que deba rendirle culto y obediencia.
Posteriormente vemos que Caín
asesina a su hermano Abel. Esto es algo muy profundo porque significa que el
Espíritu rechaza, destruye, asesina al alma. Abel, presentado como puro amor y
devoción en la biblia, según los Gnósticos representa al alma del hombre. Caín,
por el contrario, es el representante del Espíritu, por eso su hostilidad y su
odio. La hostilidad y el odio propios del Espíritu, pues el Espíritu realmente
aborrece este mundo impuro, plagado de mandamientos injustos y absurdos. Por
eso la resistencia de Caín a realizar sacrificios, por eso su desobediencia a
los mandatos del creador. Caín y Abel son tan opuestos e irreconciliables como
lo son el Espíritu y el alma.
El alma es amor puro, no el Amor
Verdadero sino lo que conocemos como amor, lo que creemos que es el amor, lo
que nos han dicho que es el amor, que en realidad es odio. El Espíritu es lo
contrario, es percibido como odio puro, hostilidad y venganza. Al haber sido
encadenado a esta creación satánica sólo puede sentir hostilidad y odio, es
decir, lo que los hombres ordinarios conocen como odio. El Espíritu, que es
Amor Puro, sólo puede sentir aversión y repugnancia ante esta asquerosidad. Por
eso desea destruirla, porque para Él la creación es una monstruosidad deforme
que no debió haber existido jamás. Esto es lo que simboliza el asesinato de
Abel por su hermano Caín.
Caín, con todos sus actos se ha
emancipado totalmente del creador y de su propio cuerpo y alma. A través de sus
actos contra el dios creador y contra su medio hermano Abel, se ha emancipado
de una vez y para siempre del dios inferior y de su creación impura y
defectuosa. Con sus actos se ha transformado en un opositor, en un enemigo
eterno del demiurgo y de su obra.
Todo este episodio de Caín y
Abel, tal como está en el Génesis bíblico y en leyendas como las del midrash
judío, entre otras, ha sido interpretado por los Gnósticos de una manera
totalmente opuesta a la aceptada.
Después de cometer su Acto
Supremo, dice la biblia que Caín fue maldecido por dios y expulsado de ese
lugar. "Maldecido y expulsado", el mismo destino de la Serpiente del
paraíso. Fue lógico que así sucediera, porque Caín se había convertido en un
opositor absoluto del dios creador, pero además ocurrieron otras cosas muy
interesantes que vamos a destacar aquí.
En primer lugar, vemos que Caín ha sido maldecido y desterrado por
el dios creador. Eso que pudiera parecer un castigo, para un Gnóstico es todo
lo contrario. Ser maldecido y desterrado por el creador es un honor para un
Gnóstico. Es la reacción lógica del demiurgo frente a quien lo ha desafiado y
abofeteado, frente a quien se ha hecho igual o superior a él. Caín es un
desterrado porque se ha transformado totalmente, se ha desterrado exitosamente
por sí mismo y ya no pertenece a este mundo aunque siga habitándolo. La biblia
dice que el creador lo desterró, pero Caín es un emancipado, un liberado en
vida, que con sus actos maldijo al creador y se desterró a sí mismo de esta creación
abominable.
En segundo lugar, cuentan algunas leyendas judías que el creador ha
castigado para siempre a Caín con la falta de sueño, condenándolo a no poder
dormir, a la vigilia permanente. Para un Gnóstico eso no es un castigo sino un
triunfo. Estar siempre despierto es una ventaja, una virtud, un logro
importante. Caín se ha despertado por sí mismo, desobedeciendo los preceptos
del creador y "asesinando" a su alma.
En tercer lugar, la biblia dice que el creador protegió a Caín, no
permitiendo que nadie le hiciera daño o matara. Este es otro dato muy
interesante. Dicen los Gnósticos que el hombre que se ha transformado en puro
Espíritu, aunque siga habitando el cuerpo físico es un inmortal, un intocable.
Nada ni nadie puede dañarlo, nadie puede atacarlo, ya no tiene miedo, pues está
por encima de todo y ya nunca morirá. Está en este mundo pero fuera de este
mundo. Está fuera de la materia y fuera del tiempo, ya no forma parte de la
creación. Es un desterrado de este mundo por propia voluntad. El dios creador
ya no lo puede dañar, porque Caín se ha vuelto superior a él.
En cuarto lugar, la biblia dice que el creador puso una marca en
Caín, un signo para que todos lo reconocieran y no le hicieran daño. Antiguas
leyendas judías dicen que ese signo era un cuerno en la frente. Un cuerno en la
frente significa poder, el poder que proviene del Espíritu, el poder que lo
distingue de los demás hombres. Esa dureza en la frente significa que el
Espíritu se ha liberado y ha tomado posesión del cuerpo, solidificándolo,
Espiritualizándolo. Nadie le puso una marca a Caín. Caín la consiguió por sí
mismo. Cuando esto ocurre, lo advierten los demás hombres y la creación entera.
Todo Espíritu liberado de la prisión de la materia tendrá esa marca por toda la
eternidad. Ya nunca será el Espíritu que era antes del encadenamiento a la
materia. Esa marca característica es el cuerpo transformado, duro como el
diamante, a quien el Espíritu ha transmutado en inmortal y eterno. Este será su
eterno recuerdo, la prueba imperecedera de su paso por el infierno y de su
triunfo sobre él.
Podemos encontrar distintas
síntesis sobre la explicación Gnóstica del mito de Caín, en el libro que hemos
citado de Monseñor Meurin sobre la masonería. También en "Le dieu
rouge", de Robert Ambelain y en "Atheism in Christianity", de
Ernst Bloch. Asimismo, en el libro "Los mitos hebreos", de Graves y
Patai hay datos interesantes. Pero la interpretación Gnóstica más profunda
sobre este mito se halla en “El misterio de Belicena Villca”, la extraordinaria
novela de Nimrod de Rosario.
"¿Cuál fue la marca que Dios puso a Caín (Génesis 4:15)?"
Respuesta: Después de matar Caín
a su hermano Abel, Dios declaró a Caín, "Ahora, pues, maldito seas tú de
la tierra, que abrió su boca para recibir de tu mano la sangre de tu hermano.
Cuando labres la tierra, no te volverá a dar su fuerza; errante y extranjero
serás en la tierra" (Génesis 4:11-12). En respuesta, Caín se lamentó,
"Grande es mi castigo para ser soportado. He aquí me echas hoy de la
tierra, y de tu presencia me esconderé, y seré errante y extranjero en la
tierra; y sucederá que cualquiera que me hallare, me matará" (Génesis
4:13-14). Dios respondió, "Ciertamente cualquiera que matare a Caín, siete
veces será castigado. Entonces Jehová puso señal en Caín, para que no lo matase
cualquiera que le hallara. Salió, pues, Caín de delante de Jehová, y habitó en
tierra de Nod, al oriente de Edén" (Génesis 4:15-16).
La naturaleza de la marca de Caín
ha sido objeto de mucho debate y especulación. La palabra hebrea traducida
"marca" es 'owth y se refiere a una "marca, signo o
símbolo." En el resto de las Escrituras hebreas, 'owth se utiliza 79 veces
y con más frecuencia se traduce como "signo". Así, la palabra hebrea
no identifica la naturaleza exacta de la marca que Dios puso a Caín. Sea lo que
sea, fue un signo/indicador que Caín no debía ser asesinado. Algunos proponen
que la marca era una cicatriz, o algún tipo de tatuaje. En cualquier caso, la
naturaleza precisa de la marca no es el foco del pasaje. El objetivo es que
Dios no permitiría a la gente imponer venganza contra Caín. Lo que era la marca
de Caín, esto sirvió este propósito.
En el pasado, muchos creyeron que
la marca de Caín era piel oscura — que Dios cambió el color de la piel de Caín
a negro con el fin de identificarlo. Ya que Caín recibió también una maldición,
la creencia de que la marca era piel negra causó a muchos creer que la gente de
piel oscura fue maldecida. Muchos usaron la enseñanza de la "marca de
Caín" como justificación para el comercio de esclavos Africanos y la
discriminación contra personas con piel negro/oscuro. Esta interpretación de la
marca de Caín es totalmente anti-bíblica. En ninguna parte en las Escrituras
hebreas 'owth es usado para referirse al color de la piel. La maldición de Caín
en Génesis 4 fue a Caín mismo. No dice nada de la maldición de Caín siendo
pasada a sus descendientes. No hay absolutamente ninguna base bíblica para
reclamar que los descendientes de Caín tenían piel oscura. Además, a menos que
una de las esposas de los hijos de Noé era un descendiente de Caín (posible
pero poco probable), la línea de Caín fue terminada por el diluvio.
¿Cuál fue la marca que Dios puso
a Caín? La Biblia no dice. El significado de la marca, que Caín no debía ser
asesinado, era más importante que la naturaleza de la marca propiamente dicha.
Lo que era la marca, no tenía ninguna conexión al color de la piel o una
maldición generacional en los descendientes de Caín. Para utilizar la marca a
Caín como excusa para el racismo o la discriminación es absolutamente
antibíblico.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por participar en este bolog.