domingo, 27 de marzo de 2016

Calentamiento global: ¿mito o realidad?

Es necesario que salga a la luz pública la verdad tocante al calentamiento global, supuestamente provocado por el hombre, porque la mayoría de los medios noticiosos del mundo se han unido a la campaña de alarmismo y desinformación llevada a cabo por los ideólogos ambientalistas modernos. El asunto no es si el planeta tierra pasa por cambios climáticos en el presente, sino si estos cambios son provocados por la actividad humana. El cambio climático no es un invento: a través de los siglos ha sido la norma para el globo terráqueo y no la excepción. Lo que sí es un mito es que el ser humano sea el principal causante del calentamiento global. Los expertos en el asunto nos aseguran que el clima del planeta Tierra jamás ha sido estable, aun en épocas en que no existían emisiones de dióxido de carbono (CO2) por la combustión de hidrocarburos. Los ideólogos ambientalistas, no obstante, aseguran que los seres humanos somos en gran parte responsables del supuesto recalentamiento actual de nuestro planeta.
 El actual movimiento ambientalista es una ideología política extremista que sigue adquiriendo auge, y ha llegado a convertirse en una religión para muchos en el mundo. Uno de los principales líderes y exponentes en la nueva ecoteología de la religión ambientalista, con el calentamiento global producido por el hombre como doctrinal cardinal, es el ex vicepresidente de EE.UU., y actualmente convertido en ecoprofeta, Al Gore, quien en octubre de 2007 fuera galardonado con el Premio Nobel de la Paz, compartido con el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático de la ONU. (Aún no he encontrado quién me explique qué relación puede existir entre la paz mundial y el alarmismo de Al Gore tocante al calentamiento global.)
En un informe del Senado de EE.UU., publicado el pasado 20 de diciembre, más de 400 científicos prestigiosos de varios países expresaron objeciones categóricas a importantes aspectos del llamado “consenso” sobre el calentamiento global provocado por el hombre. Los científicos, muchos actuales y otros antiguos integrantes del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático de la ONU (IPCC por sus siglas en inglés), criticaron las aseveraciones sobre el clima global pronunciadas por el ex vicepresidente Al Gore y el IPCC. De manera que no existe tal “consenso”, ni ha existido nunca, como los ideólogos ambientalistas y la prensa liberal que les hace el juego quieren hacernos creer.        

sábado, 26 de marzo de 2016

Holismo

El holismo (del griego ὅλος [hólos]: "todo", "por entero", "totalidad") es una posición metodológica y epistemológica que postula cómo los sistemas (ya sean físicos, biológicos, sociales, económicos, mentales, lingüísticos, etc.) y sus propiedades, deben ser analizados en su conjunto y no solo a través de las partes que los componen. Pero aún consideradas éstas separadamente, analiza y observa el sistema como un todo integrado y global que en definitiva determina cómo se comportan las partes, mientras que un mero análisis de éstas no puede explicar por completo el funcionamiento del todo. El holismo considera que el "todo" es un sistema más complejo que una simple suma de sus elementos constituyentes o, en otras palabras, que su naturaleza como ente no es derrivable de sus elementos constituyentes. El holismo defiende el sinergismo entre las partes y no la individualidad de cada una.
En el campo científico, el reduccionismo es con frecuencia considerado el opuesto del holismo. El reduccionismo científico postula que un sistema complejo puede ser explicado mediante una simple reducción del mismo a las partes que lo componen. Por ejemplo, los procesos biológicos son reducibles a la química, y las leyes de la química son explicadas por la física. Desde una perspectiva holista, por el contrario, los sistemas funcionan como conjuntos y su funcionamiento no puede ser plenamente comprendido si sólo se tienen en cuenta sus partes componentes.
En las ciencias sociales, en especial en la sociología, el opuesto al enfoque holista sería el individualismo metodológico. Un enfoque sociológico holista considera y analiza el comportamiento de los individuos como una consecuencia de la matriz social en la que se encuentran, mientras que el individualismo metodológico privilegia en su análisis la interpretación subjetiva de los hechos sociales.
En consecuencia, si bien en principio sigue siendo útil dividir un problema en partes más sencillas para así atacar y resolver cada una de ellas en forma separada e independiente, (acatando lo que se sugiere a través de la locución latina «divide et impera», o sea «divide y reina», «divide y domina», «divide y gana»), este enfoque tiene sus límites, pues si se aplica siempre, lastimosamente habrá relaciones y efectos importantes que quedan afuera, sin explicar, sin comprender, sin solucionar, sin cuantificar, sin describir.1
Como adjetivo, holístico u holística significa una concepción basada en la integración total y global frente a un concepto o situación.2 Holística sería la práctica misma de la filosofía holista.
El principio general del holismo fue resumido de forma concisa por Aristóteles en sus escritos sobre metafísica, (después o más allá de la física): «el todo es mayor que la suma de sus partes». Este concepto se puede definir como el tratamiento de un tema o de un problema de tal forma que se consideren todos sus componentes, incluyendo sus relaciones invisibles pero igualmente evidentes o existentes. Esta aproximación se usa como una tercera vía o un nuevo enfoque a un determinado problema o cuestión.

El holismo enfatiza la importancia del todo considerado en su globalidad, lo que es mayor que la suma de las partes y sus interacciones (propiedad de sinergia), y brinda gran importancia a la interdependencia de éstas y a sus variadas interrelaciones. El holismo trata de presentarse directamente como un axioma para el nuevo planteamiento que se proponga resolver, y a veces no es expuesto como una hipótesis. Éste es su principal problema de validación, al tratarse de verificar si tiene y cumple las propiedades del método científico.
El holismo resalta la importancia del todo como algo que trasciende a la suma de las partes, destacando la  interdependencia de éstas. Holos es un término griego que significa “todo” o “entero.” En otras palabras, para funcionar mejor debemos darle mayor valor y nutrir correctamente cada una de las principales partes de nuestro ser:

-- CUERPO - Terapias de masaje, ejercicios, buena alimentación, buen descanso, hábitos saludables
-- MENTE - Buena Lectura, entretenimiento, estudios, re-enfoque de cómo percibes la vida y manejo de emociones y situaciones
-- ESPIRITU - Meditación, visualización, práctica espiritual (de cualquier religión, filosofía de Vida, entre otras...)
-- SOCIAL - no podemos dejar atrás nuestro desarrollo en el área social ya que el futuro de nuestra raza humana y el cuidar de nuestro medio ambiente depende de que podamos comunicarnos abierta y efectivamente con cada cual y de una sana convivencia.

Somos seres holísticos (totales) no la sumatoria de las partes. Las palabras "mente, cuerpo, espíritu, emoción" son etiquetas que fueron creadas para permitirnos comprender nuestra existencia. El cuerpo solo puede ser sanado, si la mente y el espíritu también son parte del proceso de sanación.

Claves de la Salud Integral
Si bien la salud del planeta es nuestra responsabilidad, también lo es nuestra salud: nosotros somos una naturaleza que atender, un cuerpo y una mente que debemos dejar de contaminar, de destruir y aprender a respetar y amar así como amamos y respetamos las plantas, el aire y los animales.
En realidad, no hay doctor que cure una enfermedad: un doctor sólo puede guiar a su paciente a una toma de conciencia y darle remedios que lo acerquen a recobrar su armonía y salud; la cura total se efectúa cuando el paciente está en disposición de cambiar hábitos, costumbres y, sobre todo, de querer sanar.
Hay 8 elementos básicos para recobrar y mantener la salud; mientras estos aspectos se mantengan en armonía y se respeten, no padeceremos ninguna enfermedad. A continuación, los siete elementos que no debes perder de vista:

SOL: este es uno de los elementos indispensables para la salud, necesario para la formación de huesos y dientes pues fija el calcio. Uno puede llevar una dieta estupenda y de mucha calidad, pero si no recibe sol suficiente, nos pondremos anémicos y faltos de salud. Es necesario que al menos tomes el sol durante 20 minutos, ya sea dando una buena caminata por algún parque o realizando una actividad al aire libre.

AGUA: nuestro cuerpo está conformado por más del 90% de este líquido de vida, sin una aportación suficiente de ella los tejidos no pueden formarse ni nutrirse adecuadamente, no se pueden eliminar desechos ni se puede llevar a cabo la regeneración celular, el sistema nervioso se altera y degenera y las funciones enzimáticas se debilitan. La mejor agua para beber es la pura, incluso el agua mineral es muy buena.

AIRE: el oxígeno es otro de los elementos indispensables para la salud, una buena oxigenación es fundamental para el calor y energía del organismo, para la combustión correcta de los alimentos y que sus nutrientes puedan absorberse y depositarse adecuadamente. Es, por lo tanto, de suma importancia respirar adecuadamente, realizar una actividad física que nos ayude a obtener una buena dotación de oxígeno. El mejor oxigeno es el de los lugares alejados de la ciudad; caminar en el bosque o en la playa es sumamente benéfico para la salud.

TIERRA: estar en contacto con este elemento nos ayuda a nutrirnos de energía y a depurar toxinas. Una forma de estar en contacto con la tierra es caminar descalzos sobre el pasto o la arena del mar, pero también podemos beneficiarnos de ella dándonos masajes con arcillas, las cuales son excelentes para nutrir, reafirmar y exfoliar la piel.

ALIMENTOS: estos deben de ser de la mejor calidad posible y ser variados, frescos y estar bien combinados. Hay que eliminar alimentos procesados, azucarados, adicionados, fritos y embutidos, los cuales tan solo atrofian las funciones vitales del cuerpo, robando energía al organismo en lugar de aportársela. En la dieta deben prevalecer los vegetales y frutos frescos, así como las semillas, cereales integrales y oleaginosas.

PENSAMIENTOS: la mente debe de nutrirse también, y su mejor alimento son los pensamientos que inspiran bienestar, armonía, curiosidad, exploración y belleza. Hay que procurar mantener la mente enfocada en lo que se quiere, y no permitir que se contamine o distraiga con las cosas que nos producen enfado, miedo u otra emoción no deseable.

DIVERSION Y GOZO: al cuerpo no le basta con que estén cubiertas sus necesidades básicas para sentirse bien: necesita sentirse con el corazón puesto en la vida, sentirse atraído por estar viviendo. Así pues, uno debe procurar encontrar actividades donde goce desde el corazón, hay que darse momentos de distracción, dejar la rutina, explorar, atreverse a experimentar nuevas formas de hacer las cosas, de pensar, de ver el mundo.


MOVIMIENTO: todo el universo esta en movimiento: aunque no veamos que la piedra se mueve, esta lo hace, de una forma lentísima, pero sus moléculas están en moviendo. El movimiento es un elemento esencial de la vida, todo se esta moviendo, todo evoluciona y se expande, nada puede permanecer estático. Nuestro corazón es parte de este movimiento evolutivo, tanto como el como nuestra mente y la realidad crecen, evolucionan. Así pues, hay que estar dispuesto al cambio y al movimiento, no cerrar nuestra mente y dejarla abierta a nuevos entendimientos. Cuando nos resistimos y no queremos cambiar o dejar de ver las cosas a como siempre las hemos visto, es que sufrimos, y padecemos dolor. Así pues, no te resistas a lo nuevo, aprende a fluir, confía en la inteligencia, sabiduria y amor que hay en toda molecula que se mueve en la naturaleza.